Notó que su aliento no olía muy bien los demás deseaban alejarse de él, hay un alma sensibleeee en mi gruesa pieeel??? Me dolió no tener un amigo fieeeeel!! (os acordais no?? si si, es Pumba, el del rey leon)
Todxs nos encarinyamos con este gorrino de la selva. Aqui en Uganda estan por todos lados dentro de los parques nacionales y en reservas forestales. Normalmente se le ve en manadas, con su rabillo haci arriba cuando corren o postrados sobre sus dos patas delanteras para comer, ya que tienen un cuello pequenyo y no les llega al suelo...que monos!!!
Entrañable, entrañable hasta que una noche de fogata, Diego fue a coger un par de cervecitas a un bar cercano. Mientras, Gay (un companyero de viaje Israeli) y yo quedamos en torno al fuego preparando la cena. A la vuelta Diego escucho ruido entre las tiendas de campanya, alzo la vista y vio que nosotros no eramos pues estabamos en torno a la hoguera. Sorprendido, se acerco con el frontal y encontro a un Pumba revolviendo en nuestra comida...se la estaba zampando a un ritmo vertiginoso! Diego salio detras de el, nosotros nos incorporamos para ver la estampa, y en la osuridad de la noche vimos como el susodicho facoquero o jabali de la selva, llevaba en la boca la preciada pinya que acarreabamos desde el medio dia para el desayuno de la manyana siguiente. Salimos detras de el para auyentarle con algunos palos de la hoguera. March'o! Pero cual fue nuestra sorpresa, cuando a los pocos minutos estaba otra vez alli, as'i, el volviendo y nosotros espantandole estuvimos un buen rato.
Al dia siguiente al contarle la experiencia a una de las guardas del parque con la que hicimos una caminata, nos explico que estos animales son como los peces, es decir, que tienen una memoria a corto plazo muy reducida. Y claro son faciles presas para los predadores, pues se les olvida porqu'e estan escapando.
Anecdota para la historia.
No era la primera vez que nos desaparecia comida. Esto es la jungla, y como tal hay que competir por la comida. Es algo que hemos aprendido bien.
No hacia una semana del episodio del facoquero. Estabamos en el parque nacional de Engahinga donde al dia siguiente ibamos a subir a una cima, antiguo volcan, de 3700m. Como se antojaba dura, el dia anterior hicimos compra, unas barritas de chocolate, algo de picoteo y algo muy preciado, un queso! Aqui en Uganda no hay queso, y encontramos este ejemplar en una tienda hindu en Kisoro. Todo preparado, nos vamos a dormir, y como ya habiamos hecho otras veces, dejar la comida lejos de la tienda para que las hormigas no atacaran nuestra morada durante la noche. Amanecemos, y en el lugar donde habiamos dejado los viveres, solamente quedaban las botellas de agua...ni rastro de la comida. Despues de mucho indagar...los monos (algun babuino atraido por el olor quizas) se la llevaron en la noche...adios al queso, a las barritas y a la comida para aquel dia. A mi no me import'o mucho, ya que despues del cabre inicial, se me torcio un poco el estomago y anduve todo aquel dia con pirrilera y sin nada de apetito. Platano, platano y mas platano.
Como ultimo depredador, en manada y bien ordenado, quedan las hormigas. Un dia se me olvido un paquete de magdalenas en el suelo, eso si, cerrado con un plastico, y cual fue mi sorpresa cuando Diego me dijo que a no mas de una hora del olvido, las hormigas se habian hecho con el. Donde antes habia un marron dorado por el horno, solo quedaba el negro tiz'on y burbujeante de la marabunta.
La siguiente, mas de comida.
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