"La primera entrada del verde que rojea en primavera no viene de lejos ni de fuera, pues estoy en la casa a la que suelo apuntar cuando escribo líneas a la blogesfera."
Pues sí, que agustito que se está en casa. Es el primer año que paso un buen trozo de la semana santurrrera tanto en Zurre como en Polvoredo, allá por los picos de Europa (llamados así porque eran los primeros que se atisbaban a la llegada de los navegantes procedentes de América). Y es que los vaskillos universitarios no se lo montan nada mal y nos han dado casi 15 días de vacatas!! ¡¡Que lujillo! Ya se acaban el lunes, pero han sido bien disfrutonas. Famileo que te veo, montañicas ricas ricas, nieves y soles a montones, y cosas wenas en la tripita, ñam ñam.
Como siempre, al darle a la tecla con la página en blanco después de unos meses, echo la vista atrás y pienso en lo que ha acontecido en estos últimos días de la vidilla Dieguetera. Y bueno, creo que lo puedo resumir en varias hechos empíricos, jijiji. Como me gustan los clásicos: escalada clásica y esquí de montaña! El ser humano, su capacidad de superación, sus conocimientos, su estrategia, algo de material y la montaña. Física y química, mente y materia, en estado puro...una "mimetización" (creo que esta palabra no existe ¿mímesis?...no esa tampoco, pero es bonita la definición de Aristóteles: "imitación de la naturaleza como fin esencial del arte" Podría ser.... Pero lo que yo buscaba era el mimetismo..si sí como los camaleones) de la que pocos escapamos a una segunda o tercera o cuarta repetición una vez probado el elixir..mmmmm que placer!
Evaluar tus fuerzas, coger tu ritmo, observar el entorno, un poquito de intuición, miedos fuera, ánimo por las nubes. Es abstracta la descripción porque me resulta difícil explicar lo que se siente, pero es bonito y grande..sobre todo allí arriba, en la cumbre. Y es mejor compartido...Gracias hermana por esos momentos que continuaremos pasando juntos..¿Gorbea la semana que viene, probamos la furgo 2.0? A los de madrile os tengo unas ganicas..... ahhh y es mejor cuando en ese alto sacas el bocata o pintxico que habías preparado y das rienda suelta al estómago.
Hablando de estómago y de compartir, algo que me ha llenado (que no saciado, pues se esperan muchas más ocasiones venideras) estas fiestas ha sido el volver a retomar la cocina de manjares, colores, olores, ruidos de cacharros y radio de fondo compartidos con habitantes pasajeros de la cocina...gordis!!!!!. Se ha combinado el exotismo con los clásicos, ayyy lo clásicos. Pan amasado en casa como el de antes, las lentejas, garbanzos y pucheros, de esos que antaño no pasaba semana que no cayera un buen plato, el vinito y la cañeja que todo lo baña y alegra y la conversación y sonrisas de complicidad que adornan la estampa en torno al mantel rojo, de cuadros azules, añiles manchegos y blancos.
De esta primavera me llevo las lluvias que ahora caen como "agua de mayo" en Zurre, las nieves tan necesarias de los picos, las flores que repuntan, los árboles que retoñan y que nunca para mi están tan lindos como ahora, los animales que se arrumaquean y juegan...ahí entramos todxs. ¡Vida! Me falta el puntito del colegueo, pero veo expectativas en un par de semanas. VIÑA!!!. Al inicio de la primavera se presentaron un par de germano-france-american-spanish-* bonitos de visitas por Bilbao, genial fin de semana Merci!!!. A tope, primer bañito del año en el cantábrico EN MARZO!!! Juerguilla pasada por patxaran en ese Donosti lleno de recuerdos con un hermanito que va siempre en el corazón...
Pinta bien el comienzo de la primavera...y mejor cuando se ve desde casa, cerca...hogar dulce hogar.